lunes, 27 de julio de 2009

No es copia, es reciclaje

Bien, aquí nos encontramos Lucy y vuestra Humilde Narradora (sheep) en esta hermosa tarde de fines de julio. El fin que nos ha movido a realizar esta dificultosa hazaña de ponernos de acuerdo, hacer funcionar las neuronas y finalmente, postear, fue una reunión literaria que se llevó a cabo en la sede "Eterna Decadencia" en la cual hemos rememorado un ejercicio de escritura realizado por el joven Dying.
En dicho ejercicio se deben elegir al azar, o no, una determinada cantidad de palabras. A partir de ellas deberá creearse un texto.

El día de dicha reunión nos encontrabamos aguardando que llueva café en el mar; al cabo de un rato, ya habíamos perdido toda ilusión. Fue por eso que creímos conveniente utilizar nuestra imaginación. Nos dirjimos a nuestra "Biblioteca privada". Tomamos 5 libros. Cada una abrió una página al azar y estas fueron las palabras privilegiadas:

Tubérculo
Infierno
Treinta
Hombres
Revolcar
Casa
Fantasmagórico
Divinidad
Fruslería
Robar

A continuación el texto por Lucy:

Ciertos días, en que el sol apenas se asoma por el horizonte y luego se oculta, acaso temeroso de encontrarse con algún compañero indeseable, se puede vislumbrar por el resquicio de una puerta mal cerrada, una fina cuerda que se enrolla caprichosa a la pata de una cama, tal vez ocupada por una tísica a punto de abandonar el mundo terrenal para internarse en el infierno, o quizás esta vacía, pero eso ya no importa.
Podemos acercarnos un poco mas y empujar suavemente la puerta, esta cederá sin problemas al contacto con la ruda mano y la escena cambiara rápidamente: en la habitación la cama será reemplazada por un altar, donde treinta doncellas ataviadas con ligeros camisones negros, alzaran sus austeras plegarias a una cruel divinidad coronada por los dioses de la contemplación y la degradación. Si le apetece, puede seguir el rastro dejado por la cuerda, la cual se enroscara en la estrecha cintura de una de las doncellas más jóvenes y poco a poco comenzara a ceñirse más y más hasta hacer que la joven se revuelque en el piso de dolor. Como si esto fuera una señal, las demás entraran en una especie de trance manchando la escena de perversa morbosidad y en medio de esa confusión denigrante, la cuerda emergira triunfante para perderse por los escalones de una vieja escalera en aquella casa irrisoria.
Siguiéndola, te llevara ahora a un cuarto pequeño, en comparación con el que acabas de dejar atrás, bueno al principio no lo notaras, ya que esta completamente a oscuras, pero siempre hay una mano amiga que te tendera una vela y un par de fósforos cuando sea necesario (gracias). Una vez iluminado el cuarto podrás notar una vieja mecedora en un rincón, se mueve perezosa y rechina en el silencio de aquella soledad. A simple vista no veras mas que la silla en aquella habitación de empapelado rojo, pero si observas un poco mas de cerca, podrás distinguir a la bella dama de proporciones divinas, que se hamaca silenciosamente, con la mirada perdida y una sonrisa torcida en su rostro. Volteara cortadamente para poder verte mejor, entonces su sonrisa será completa y te darás cuenta de que ya estas atrapado. Desesperado miraras atrás y veras que ya no hay puerta por la cual volver, y un bebe deforme como un tubérculo comienza a moverse inquieto en el regazo de la mujer, y ella tomara su cuello y lo retorcerá hasta que deje de moverse, clavando sus uñas en la suave carne, haciendo que la sangre brote tibia, y manche el suelo de aquella habitación de empapelado rojo. La cuerda, te conviene seguirla antes de que se levante de la mecedora.
Esta vez te guiara al cuarto contiguo, el ambiente será totalmente distinto, es una habitación blanca, tanto que pareciera eterna, un silencio fantasmagórico reina en ese lugar, y apenas si podrás sentir el suelo bajo tus pies. La puerta se cerrara tras de ti, y desaparecerá. Y de a poco, antes de que el pánico se apodere de tu insignificante ser, empiezas a escuchar, como un canto de angeles, dulces risas traviesas, que pronto ocupan cada rincón de ese lugar eterno. Por ahora es inútil que trate de adivinar de donde vienen, si quiere, le dejare observar un poco mas el lugar, vacío aparentemente, solo espere un poco y pronto aparecerán las dos niñas causantes de aquellas traviesas risas. Corren alegremente una de cada lado, con pomposos vestidos propios de dos niñas educadas como ellas, te rodearan y se alejaran otra vez, para volver a rodearte y alejarse nuevamente, hasta que una de ellas se detiene y te observara curiosa, entornando los ojos con una sonrisa en su carita sonrosada.
- Acá no se permiten hombres – La sonrisa se borrara de su rostro y su voz sonara áspera y cortante.
- Es cierto, me pregunto lo que harás en este lugar- dirá intrigada la otra niña
- Igual eso ya no importa, no lograra salir de todas formas – La niña retomara su sonrisa y se acercara a la otra niña para robarle un beso, y luego desaparecerán. Lo que pase después, es solo una mera fruslería.
La puerta se abrirá nuevamente detrás de ti y la cuerda te invita a seguirla una vez más. El cuarto del empapelado rojo te va a estar esperando, pero ni la mecedora ni la bella mujer con el bebe deforme se encuentran ahí. En su lugar un escritorio de madera tallada ocupara su espacio, y la cuerda lentamente trepa por la pared, como una serpiente, hasta llegar a una viga horizontal que cuelga del techo. Se colgara de allí, formando una perfecta horca y entonces es cuando comprenderás, que solo queda una salida, ya que en esa habitación no existen puertas ni ventanas. Entonces es cuando te toca subir al escritorio y pasar la cabeza por el ovalo formado por la soga, y ahí es cuando el escritorio desaparece y junto con el tu miserable existencia.

y aquí, por Sheep:

Del tubérculo que escapó del infierno y otras salsas

“Un tubérculo escapó del Infierno”.
Cuando me llegó la noticia no lo podía creer. Al parecer, el susodicho había sido condenado a treinta años de castigos en las profundidades del Infierno por intentar robar un mini-mercado. Sinceramente, estaba indignada. Por tal fruslería no iba a desplegar todo mi talento creador; pero al salir de mi casa, en la puerta no más, me esperaba el jefe de la revista. Hombre calvo y de pocas pulgas. No me quedó otra.
Esta situación no valía la pena. Era una ridiculez ir preso treinta años por haber intentado, sin éxito, robar un mini-mercado ubicado en las afueras de la ciudad. Suficiente es para los hombres un mes sin fútbol, cerveza y mujeres que les laven, les planchen y todo eso... y también ha de serlo para los tubérculos, que al igual que estos son criaturas cortadas por la misma tijera. No era necesario meter en el asunto a la Divinidad, o a la anti-divinidad. Fantasmagórico.
En fin, no tuve más remedio que entrevistar al mal viviente. Lo único que declaró en la conferencia de prensa que tuvo lugar el día de ayer fue lo siguiente:
“Todos pueden sentirse orgullos de su hijo pródigo: la justicia. Tarde o temprano, todos, sin excepción, se van a revolcar en las entrañas mismas del Infierno, que no son ni más ni menos, que eslabones perdidos dentro de las complejas sociedades del capitalismo”.

FIN

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Somos La Santa Trinidad, o mejor LST :P del siglo XXI Haced lo que decimos o te quemaras en el fuego del infierno *¬* =P Alabadnos, adoradnos, y adornadnos. Saludos plebeyos Sheep, Lucy & Bulma