Un túnel más

(algo que escribí el 30-12-2009 pero que pude publicar hoy)

Ya estamos sobre el final de este año.

Época de felicitaciones, saludos, muchos mensajes de texto y mails, balances, visita a familiares y amigos que durante el año importaron un bledo…

Chateo con una compañera de la facultad. Ella, optimista: balance positivo.

Yo… se que mi balance no es el mejor, el que hubiese “elejido” pero a medida que avanza la conversación me doy cuenta que estoy peor de lo que creía. Las oscuras aguas de mi ser intentar tapar todo. No puedo salir.

Me siento peor. Trato de disimularlo frente a su optimismo, finjo que sus palabras calman la oscuridad que siento. Hago de cuenta que son peldaños para salir del pozo en que estoy sumida.

Escucho una sonata de Carlos Guastavino. Simplemente, me encanta! Es tan inspiradora. Un haz de calma en el desierto urbano poblado de transeúntes.

No está conectado quien espero. Voy a tener que hacer una llamada. Aunque… cuándo está ahí, al alcanse de mi mano, quien espero?

De eso se trata mi balance. De lo que espero. Lo quiero, pero espero, no lo busco, no lo busco con la suficiente fuerza: miedo. El miedo es un gran enemigo, paraliza.

Puedo estar conforme, un puñadito de buenos amigos, buenas notas, un pequeño trabajo… pero, no está completo. Falta algo.

Sueños. El cumplimiento del deso incconsciente que ha sido reprimido por ser irreconciliable con la conciencia. Eso es, mis sueños más profundos y sinceros. Lo más oculto de mi ser que debe ser “reprimido” por que mi realidad no lo permite.

El chat terminó. Que termines bien el año y lo empieces mejor. Todo se puede con enfuerzo. Etc.

La piña en el estómago sigue ahí. Me indica que a pesar de tanta quietud, de tanta oscuridad, sigo viva. Sigo caminando, con la esperanza de encontrar el dia en que todo mejore. Linda utopía.

Sueños.